En esta reforma tan especial nuestro cliente buscaba adoptar un cambio de estética y mayor funcionalidad y comodidad en el día a día, y sobre todo, un espacio que destacara por su luminosidad.
Se trataba de una cocina que ya era abierta al salón, pero la anterior distribución de los muebles no favorecía la entrada de luz hasta la cocina. Gracias a sus grandes dimensiones, pudimos colocar una gran isla acompañada de una mesa para cuatro comensales creando así un espacio de reunión para la familia mientras se realizan diferentes actividades. Además la nueva distribución, junto la campana de techo integrada, nos permitió tener mayor visibilidad de todo el espacio y dar protagonismo a otros elementos como la lámpara, creando un ambiente más acogedor en esa zona.